En el interior del Arco de Cuchilleros se encuentra un elemento urbano casi imperceptible para la gran mayoría de los que transitan por Madrid. Pocos, observan la presencia de una barandilla metálica que vivió en primera persona un episodio deciviso en nuestra historia reciente.
El arco es una de las nueve puertas que posee la Plaza Mayor y desemboca en la Cava de San Miguel. Su nombre oficial es “Calle de la Escalerilla de Piedra”. Como hemos indicado, antes de dar paso a los estrechos peldaños de su escalinata existe a mano derecha una plataforma de piedra coronada con una barandilla metálica de forma semicircular y que nos evoca claramente a un púlpito.
El púlpito tuvo un papel decisivo en la historia de Madrid. Desde esta plataforma, Antonio, un fraile del Convento de San Gil, arengó y motivó con su discurso a una importante masa de madrileños para que se sublevasen contra las fuerzas francesas en mayo de 1808. Ahí nació el espíritu que llevó a alzarse contra los hombres de Napoleón.
Indicar que junto al púlpito podemos ver el acceso a un portal, a una casa de vecinos. En ese bloque fue donde Benito Pérez Galdós ubicó la vivienda de Fortunata, una de las dos protagonistas de su novela “Fortunata y Jacinta” tal y como se puede apreciar en el siguiente párrafo, extraído del libro.
«Pues por el orden siguiente, he ido descubriendo estos hechos: Que Fortunata no se ha muerto, que está en Madrid, que vive cerca de la Plaza Mayor , que vive en la Cava de San Miguel, en la casa de los escalones de piedra, que está fuera de cuenta desde hace un mes, y que D. Francisco de Quevedo la asiste».
Capítulo V – La razón de la sinrazón. Parte IV. “Fortunata y Jacinta”.
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