La portada gótica del Hospital de la Concepción de Nuestra Señora quedó fuera de contexto cuando, en 1904, fue demolido el edificio al que daba acceso. Después de varias décadas olvidada en los depósitos municipales, fue trasladada a los jardines de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, en la Ciudad Universitaria. Donde Fernando Chueca Goitia le dio cuerpo con un paramento de ladrillos.
La portada, obra de maestro Hazan, se compone de un arco apuntado, tres esculturas en la parte superior coronadas con doseletes góticos y los escudos de sus fundadores.
Al menos, puede sentirse afortunada de ser rescatada. Algo inusual en una ciudad tan aficionada a llevarse por delante monumentos y restos arqueológicos.
Su ubicación original junto al hospital era la calle de Toledo, donde ahora se levanta la tienda de disfraces de Caramelos Paco. Fue creado en 1499 por Beatriz Galindo (1465-1534), a la que todo el mundo llamaba La Latina, apodo que, a la postre, fue el que se impuso a la hora de designar a la institución hospitalaria.
Del primitivo deambular de enfermos y personal sanitario, la puerta acoge en la actualidad un continuo trasiego de profesores y estudiantes, que la asedian aparcando sus motos bajo su arco apuntado y sus coches delante del frontal.
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