lunes, 26 de agosto de 2024

Biblioteca de Madrid. Geo Minero

 

     En cuanto a los comienzos de la Biblioteca son algo nebulosos sobre todo cuando hablamos de una institución con casi 170 años de antigüedad.

   Podemos suponer que desde sus inicios se guardaron de alguna manera los documentos que los científicos de la institución iban necesitando y los que iban generando (como la Memoria Anual de la Comisión del Mapa Geológico, que ya se publica en 1850).   

   Pero el dato real más antiguo del que hasta este momento tenemos conocimiento es un libro de registro que comienza en enero de 1886. Y puesto que su primer número es el 1809, debemos suponer que antes de esa fecha empezó el control para los documentos previos…

   Podemos conjeturar que la configuración física actual, en líneas generales, es la que tenía la Biblioteca en 1926, cuando el IGME se trasladó al edificio de Ríos Rosas, con el añadido que se hizo en 2006 del espacio donde actualmente se ubica el mostrador de atención al público.

  Teniendo en cuenta a la institución a la que sirve, está especializada en el ámbito de las Ciencias de la Tierra (geología, minería, hidrogeología, recursos geológicos y minerales…), con un importante fondo de paleontología. En los últimos años, con el crecimiento del interés por estas materias, ha empezado a aumentar su fondo en ciencias medioambientales.

     La organización de la Biblioteca del IGME se estructura en dos niveles:

         -Por un lado, la Biblioteca Central, situada en la sede de Madrid.

         -por otra, varias bibliotecas periféricas:

               •    la Biblioteca del Museo Geominero (en la propia sede de Madrid).

               •    la Biblioteca de la sede del IGME en Tres Cantos.

               •    y las bibliotecas de las diferentes oficinas territoriales repartidas por toda España.

     

 Actualmente la Biblioteca Central cuenta con 385 m2, en seis salas propias, a los que debemos añadir otros 80 m2 compartidos en los pasillos de la 2ª planta donde dispone de varios armarios. Además tiene una sala ignífuga de 4 m2, donde se guardan los fondos de mayor valor.

      Todas las salas albergan fondos. Dos de ellas, las mayores, son salas de consulta de fondos con 34 puestos de lectura. Las otras cuatro salas, aparte de albergar los fondos, están destinadas a los trabajos bibliotecarios internos.

       

No hay comentarios:

Publicar un comentario