En la actualidad un pueblo muy apreciado por los asturianos para pasar el verano y las vacaciones, En cambio, a finales del siglo XIX fue un importante foco de emigración a América del Sur. Este momento histórico dio lugar a la construcción de mansiones en las que se aprecia la influencia de la arquitectura indiana.
En Cadavedo cuenta con unos 95 hórreos tradicionales que todavía se conservan. Estas son construcciones rurales antiguas propias de esta zona del país cuya misión era la de conservar los alimentos lejos de la humedad.
La Ermita de la Regalina es una de las construcciones más interesantes de Cadavedo. Fue construida en el año 1931 a instancias del Padre Galo, cuya intención era la de convertir este lugar en destino de peregrinación para honrar a la virgen de Riégala.
Esta ermita se presenta impoluta sobre un campo de césped, concretamente en el campo de la garita. Destaca enormemente en el paisaje gracias a sus colores blanco y azul. Se rodea de bonitos paisajes, acantilados y playas como la Ribeirona.
Muy cerca de Cadavedo se encuentra otro regalo de la geografía asturiana. Se trata de los acantilados del cabo Busto, que presenta unos 60 metros de longitud.
Cabo de Bustos
Fotografía: J Ruiz
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