martes, 1 de octubre de 2024

Viajes. Salas - Asturias


   La asturiana Salas, conocida como la “puerta del Occidente”, es  parte esencial del Camino Primitivo. Cuenta con tres monumentos nacionales en su Casco Histórico, que bien podrían ser cuatro si los afamados “Carajitos del Profesor” - un dulce típico con un siglo de antigüedad - tuviesen tal consideración.

  A tan solo media hora en coche de  Oviedo, Siempre fue y es lugar de paso, ya sean peregrinos, vaqueiros de alzada que movían el ganado de las praderas de alta montaña a las brañas bajas cada invierno, o pescadores en busca de los mejores salmones del río Narcea.

   La villa de Salas creció a los pies de un castillo que la Reina Urraca le regaló al Conde Suero en 1120, y se asentó a orillas del río Nonaya. 

   El pulso de la población salense late en torno a su castillo y a la plaza de la Campa y a la colegiata. Precisamente, en las inmediaciones de esa plaza nos encontramos con la Colegiata de Santa María la Mayor fundada en el siglo XVI por la familia Valdés Salas. En su origen, la iglesia contaba con una nave a la que posteriormente se le añadieron las capillas laterales.

    También con la Torre de la Villa, que se construyó en el siglo XIV y es el edificio más antiguo que se conserva en el casco histórico de Salas. La torre presenta tres alturas y un sótano, espacio que ocupó la cárcel de la villa.

  Un poco, pero poco más abajo nos encontramos con los Carajitos del Profesor, afamados dulces de Salas y que son ya una seña de identidad de esta villa. Fueron creados en el restaurante café “Casa del profesor”, fundado en 1918 y que hoy en día es una pastelería que conserva el mismo nombre y donde se sigue elaborando este dulce.















Fotografía: J Ruiz



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