domingo, 28 de abril de 2013

Villafranca - O´Cebreiro- Piedrafita “LA REINA DEL CAMINO FRANCES”




   Son las 6 de la mañana. Hemos saltado de la cama como con un resorte. En menos de media hora hemos bajamos las mochilas a recepción para su tranporte y  salimos a la calle.
   ¡Por fin! Delante de nosotros pasa el camino, como  si de una cinta transportadora se tratara, sin pensarlo un segundo, nos subimos. Después de tanta espera,  estamos en la etapa reina del camino francés, es la primera y la más dura. La adrenalina nos brota por los poros y el frío de la mañana resbala por  nuestra piel.
                                                                                                   J.K. Ruiz

    Las primeras horas se hacen muy agradables. Rodeados de robles, chopos y castaños, comienza a despuntar el día . Ell canto de los pájaros ameniza la senda. Hasta  La Portela no encontramos un albergue abierto, donde poder tomar una café caliente y algo sólido. Siguiendo los consejos de "Jato" no tardamos más de diez minutos en subirnos al camino de nuevo, pero en este lapsus el semblante del camino ha cambiado: hay muchos peregrinos que adelantamos y nos adelantan, que nos saludan y saludamos.
    Todo va bien, la vereda  es casi plana y no cuesta mucho avanzar, además vamos entretenidos con todo lo novedoso que nos rodea.  Al llegar a Herrerías. como sabemos que lo duro, duro, está por llegar, nos sentamos a reponer fuerzas al lado de una fuente. 


Mojón de separación entre Galicía y León
    Pasado un rato, vamos a  comprobar nuestro estado. El camino se empina y comienza lo complicado del día, Juanki me tiene que parar un poco. El ritmo que llevo es muy vivo, así que unos cientos de metros más adelante pago estas alegrías  las piernas se agarrotan y duelen. Tengo que parar y revivir paseos por Madrid, dialogo con mi cuerpo, poco a poco, se va  pasando el mal momento.  El desnivel sigue en aumento, nos acercamos a La Faba, abandonamos la arboleda y ahora andamos rodeados de terrenos de pasto. Desde aquí se disfrutan de unas vistas maravillosas de los montes leoneses. A partir de aquí la subida se suaviza y, más relajados, llegamos a un mojón que nos indica que abandonamos Castilla-León y entramos en Galicia. 
    Comprobamos que el camino es un constante adelantar y ser adelantado, casi siempre con los mismos protagonistas, ya conocemos a una alemana que es una maquina de andar, una japonesa que toma  notas para copiar el camino, unos peregrinos con unos burros  etc.
    O´Cebreiro está cerca, pero parece que no llega nunca. Pasados unos kilómetros de ansiedad, tras un recodo, aparece la torre de la iglesia
    Son las 13,30, hemos recorrido 28,400 Km, estamos cansados, pero enteros; hemos visitado la iglesia, las pallozas y rápidamente continuamos a Piedrafita. Nos hemos desviado de nuestros planes iniciales porque no  hemos encontrado alojamiento en O´Cebreiro.

                                                   Panoramica de los Montes Leoneses                                                               J.K. Ruiz

   Los cuatro kilómetros de bajada que nos restan se hacen interminables y penosos: el asfalto nos cuece los pies, los kilometros pesan en las piernas. No sé qué es peor subir o bajar. Al filo de las tres de la tarde llegamos al hotel Pazos. Sin perder tiempo, pasamos al comedor donde damos cuenta de un menú exquisito. 
   Tras la comida, toca  siesta, de esas reparadoras. Y es cierto, nos ha sabido a gloria.  El resto de tarde la hemos pasado hablando y callando, porque callar, a veces, es una buena actividad.
   La hora de la cena se ha adelando bastante para nuestras costumbres, pero es que el cuerpo nos pide caer en la cama lo antes posible.




Lecciones del camino:
   -Hay que tener constancia, de nada vale un apretón y un parón. Hay que aprender a dosificar y perseverar.
   -_No hagas mal y ayuda a quien se cruza en tu camino, un poco más adelante puedes necesitarle.



Fotografía: J.K. Ruiz

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