
A Ramón Berenguer II se le conocía como "Cap d'Estopa" porque tenía una larga melena rubia y al parecer era más querido por el pueblo que su hermano Berenguer Ramón II.
Un día los hermanos decidieron hacer una gran cacería para celebrar un año de su gobierno.
Al poco tiempo de haber empezado a cazar Berenguer Ramón mandó un recado a su hermano para decirle que ya había cazado dos aves y se marchaba a llevárselas a su mujer que estaba en Girona.

Sin embargo, cuando menos lo esperaba, el conde se sintió herido por una mano misteriosa armada de un puñal. La capa del conde se manchó de sangre y también el ala de su fiel halcón, que enseguida empezó a chillar y, revoloteando, huyó hacia donde se encontraban los otros caballeros cazando. El halcón no paró de llamar su atención hasta que consiguió que le siguiesen y los llevó hacia la ribera del estanque, donde encontraron muerto a su amo.
Seguidamente se organizó una comitiva hacia Girona. Al presentarse el hermano de la víctima, el conde Berenguer Ramón, el halcón del Cap d'Estopa, que no se había separado del cuerpo de su amo, se puso a chillar, como queriendo señalar al asesino. Y todo el mundo vio aún en su capa el rastro de una mancha de sangre.

El halcón siguió el cuerpo de su amo hasta la Catedral de Girona y mientras se celebraba el funeral, se paró en la cabeza de su hermano, arrebatándole la corona que llevaba y tirándola al suelo, para que todos los presentes supieran quien era el malhechor. Entonces el coro, de manera involuntaria, empezó a repetir el estribillo "Caín mató a Abel".
A continuación el halcón cayó muerto a los pies del féretro del Cap d´Estopa...
Después del funeral en Barcelona se llevó a cabo el juicio. El vizconde Folch de Cardona retó y desafió al conde Berenguer Ramón delante de la corte del rey de Castilla para pedirle cuentas de la muerte de su hermano. Según las costumbres de aquella época, cuando un caballero pedía a un rey un juicio contra otro, éste no podía negarse a aceptarlo, dado que, si lo hacía, se convertía él mismo en culpable del delito atribuído.

En la catedral de Girona, en una de la vueltas y muy cerca del sepulcro de "Cap d'Estopa", hay un pequeño halcón de piedra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario