martes, 10 de noviembre de 2015

Se debe poner termino a la secesión. ¡Ya!

   Los secesionistas catalanes rizan el rizo y aprueban una declaración de independencia. La coreografía se escenifica en un parlamento autonómico español, que se rige y se sustenta en la legalidad española.
    Las mayorías en las que se escudan salen de unas elecciones autonómicas amparadas en la Constitución Española. Según el secesionista Artur Mas, dichas elecciones eran plebiscitarias, aunque ahora niegue tal extremo. ¿Se  puede tener más cara dura y más desvergüenza? 
      La independencia, nos enseña la historia, se gana o con acuerdos legales o con las armas. Estos secesionistas no tienen ni la altura política, ni la valentía para lograr una cosa o la otra. Su cobardía, en cualquiera de los campos, les lleva a estar jugando, amagando, trampeando,en definitiva,  engañando a unos y otros.
      Como ejemplo, un botón. El secesionista Romea, número uno de la lista por el sí, ese al que le tiemblan las piernas para asumir la responsabilidad del puesto para el que se presentó, dice:

   "La resolución de independencia asegurará la existencia de un Estado de derecho que ahora no se da, que permitirá luchar contra la corrupción y asegurará la separación de poderes".

¿De qué está hablando este señor? ¿de un Estado basado en la traición y la secesión? ¿de un estado cuyas raíces se hunden en la corrupción y el robo al pueblo catalán? Este señor es de esos políticos que piensan que el pueblo es imbécil y no se entera de nada, que tienen que venir iluminados del inframundo para marcar el camino y, de paso, llenar las carteras.
    El tal  Romeva se permite el lujo de advertir: 

 "El deseo de independencia no será detenido por la artillería legalista". 

  Cómo puede este secesionista amenazar o advertir a nadie y menos a la nación española, representada por su gobierno. ¿Dónde se cree que vive? ¿Está seguro de lo que está haciendo y de lo que dice? 

     Cuando usted afirma:

 "Si no es hoy, será mañana, ha llegado la hora de ir a por todas".

¿A qué se refiere? Hable claro. ¿voy a verle a usted en la calle delante de sus correligionarios? ¿Se va a inmolar en una plaza pública? ¿Qué es ir a por todas?
     Seamos serios. Usted no es nadie, el destino tiene estas bromas y le ha colocado en un sitio con el que, ni en noches de pesadillas, había soñado. Cuando se habla en una sede parlamentaria, en la universidad, en un mitín al que asisten personas como usted, se pueden decir muchas cosas absurdas, sin fundamento. Pero ahora está tratando de asuntos graves con los que hay que ser riguroso y tener cuidado. Tenga en cuenta que  el pueblo español también va a por todas y que ha llegado el momento de poner a cada uno en su sitio.


   Espero que el presidente Rajoy adopte rápidamente las medidas adecuadas y contundentes contra la secesión y los secesionistas. Esas que la Constitución recoge para reducir a los que, como usted, intentan  dar un golpe de estado.  

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