domingo, 6 de diciembre de 2015

Es cuestión de joder o estar jodido.

 La ex ministra, diputada y ex alcaldesa, doña Celia Villalobos, aborda a Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados y -cual gallina en corral propio o como vaca loca a punto de donar los huesos de la tabas para un cocido ministerial-, muy enfadada y ofendida le dice frases como estas:
            
     "Me jode que digas que mi partido es corrupto"

    "Este partido político tiene cientos de cargos, la mayoría somos personas muy honestas. Me ofendes cuando dices que mi partido está lleno de corrupción"

     "En mi partido, por desgracia, hemos tenido casos importantes de corrupción y a quienes más nos jode es a nosotros, a los del Partido Popular"

    "Me fastidia que digas que mi partido es corrupto. Ten cuidado con las palabras"

    "Si tú entras en esta casa, si tú quieres ser presidente, como imagino que lo quieres, tienes que dejar la demagogia en la puerta". 

     A la señora Villalobos parece que le joden muchas cosas, es más, yo creo que le jode que le jodan tantas cosas. Y es normal que este jodida, pues que te jodan y no poder disfrutar, es muy frustrante. 


Ahora bien, la señora Villalobos no se debe sentir especialmente jodida, ya que el estado general de la mayoría de este pueblo, es ese, jodido y sin sotana. Y si no se lo cree la señora ex Ministra, me va a permitir que le cuente mi estado bajo el título de, "A mí también me jode":



   Que mis representantes jueguen a las maquinitas en el congreso en vez de estar a lo que tienen que estar, representándome.
     Que se les falte el respeto a los discapacitados.


    Que haya partidos que se financien de forma ilegal, ya que eso es otra forma de pucherazo.  


Que algunos políticos solo vean la paja en el ojo ajeno y no la corrupción en el propio.

Que no se cumplan los programas.

Que se intente engañar al pueblo soberano.

Que se desahucien a familias y se salven cajas.

Que los políticos estén más preocupados de su sillón que de atender las necesidades de la gente.

Que nuestros jóvenes tengan que emigrar mientras que hay políticos inútiles comiendo a la sopa boba.

Que haya niños pasando hambre.

Que nuestras ciudades estén repletas de gente durmiendo por las calles.

Que cada día las colas en los comedores sociales sean más largas.

Que se recorten derechos fundamentales.

Que los políticos en pocos años de ejercicio consigan una pensión que al resto de los ciudadanos les cuestan años y años de trabajo.

Que haya políticos como usted que dice: "Mi partido ha tenido y tiene poder en muchos sitios y nosotros somos un fiel reflejo de esta sociedad". ¿Dice usted, señora, que somos una sociedad corrupta? Porque su partido, aunque le joda, lo es.

Que se intente maquillar las actuaciones del gobierno.

Que se pague más IVA por actividades culturales que por películas porno.

   
En fin, me joden tantas cosas que podría estar horas y horas enumerando jodiendas, pero no, prefiero terminar diciéndole a la ex ministra y señora de Arriola algo que no me jode, sino que me rejode: es que políticos como ella tomen por tontos a los votantes como yo.
   

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