Como casi todos los años os escribo para pediros un montón de deseos que, a ser posible, me gustaría recibir de vuestras insignes majestades.
No he sido ni bueno, ni malo. La verdad es que he sido bueno y malo a la vez. Ya sabéis que soy un ser humano y, como tal, tengo los dos lados opuestos a la vez, lo que llaman ahora, el yin y el yang.
Espero que algunos de mis deseos me sean concedidos y si ello no puede ser, no me mandéis nada. Ya os ensañasteis hace años.
Sin más preámbulos, paso a detallar mis peticiones:
1.- Paz para todo el mundo. Que las imágenes tan horribles que día sí y día también tenemos que ver no se vuelvan a repetir.
2.- Justicia para todos, sin distinción de etnias, religiones, clases sociales...
3.- Alegría, mucha alegría.
4.- Políticos desinteresados que solo busquen el bien de la gente y que rebosen de deseos de servicio a la comunidad.
5.- Empresarios que no solo deseen su enriquecimiento personal a cualquier precio.
6.- Trabajos justos para que los jóvenes por jóvenes, los viejos por viejos y los medianos por medianos, puedan vivir dignamente.
7.- Salud para todos, sin distinción.
8.- Sabiduría para poder convencer a los fanáticos, de cualquier tipo y condición, de que están en un error.
9.- Compañía y distracción para los solitarios.
10.- Consuelo para lo afligidos y los tristes
Si después de todo esto os queda un hueco en las alforjas, mandadme unos muñecos de la Patrulla Canina para mis sobrinos, que se han agotado las existencias y no hay quien los encuentre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario