El médico, ese personaje que nos acompaña durante toda la vida y que no siempre el refranero es justo con el.
Buen arte es el del medico que soterra su hierro.
De médico indocto y de alquimista roto, no te fíes ni un poco.
De médico, poeta y loco, todos tenemos un poco.
Del cura, lo que diga; del médico, lo que haga; y del farmacéutico ni lo que diga ni lo que haga.
Dios es el que cura y el médico cobra la factura.
Dios te guarde de receta de médico, de párrafo de legista y de papeles de escribano.
El que bien caga y bien mea no necesita que el médico le vea.
El sol, el médico y el alguacil, por todas parte entran y vuelven a salir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario