domingo, 17 de abril de 2016

Desde hace días, no entro en caja.

   Tengo que reconocer que estoy un poco preocupado. Quiero creer,  es más, estoy seguro de que no será nada. Pero siempre queda la duda. Como dice José Mota "Es que no, pero y si, sí".
Cómo garantizar la privacidad en tus documentos   Ese hormigueo de la incertidumbre, de la intranquilidad, de ver casos similares y conocer el resultado final, te hace pasar momentos de angustia, de dolor de corazón y de querer que todo pase de una vez, que den luz a toda la información y que no la oculten más. 
  No sé si me comprendéis o estáis o habéis estado en esta situación. No os la deseo, no se la deseo ni a mi peor enemigo. Mira que si después de toda una vida, ahora, cuando llego a un estado óptimo en lo profesional y personal, me sucediera esto. Es increíble, no podría resistirlo. 
      Y eso que, como  he dicho antes, sé que es que no; pero y si, sí. Esto es lo que me mata el y si, sí.
     Si me dijeran que sí, no sé qué haría, cómo reaccionaría y cómo podría mitigar tanto dolor y tanta pena en lo personal y en lo familiar. 
Aumentar la productividad de una empresa a través de la gestión documental     Anoche, sin ir más lejos, soñé con el momento y me he despertado sudando por cada poro de mi cuerpo, ha sido terrible. Imaginaos: estaba en el salón de mi casa, viendo la televisión y, en un momento dado, cortaban la emisión de una película, para informar sobre las últimas revelaciones de los nombres implicados en los papeles de Panamá.
   Y joder, ahí, salía yo. La locutora decía que Javier Ruiz tenía una empresa pantalla, con fondos transferidos en los años 90 desde Suiza y que no había declarado ni un céntimo a la Hacienda pública.
    Me he despertado con el timbrazo de la Guardia Civil que venía a detenerme. ¡Pufff!
    ¿Entendéis mi estado de ánimo? Ya sé que no, pero y si,sí  y me encuentro en la misma situación de esta pobre gente, como la hermana del rey emérito, el ex-ministro en funciones, el director de cine, el heredero de cuadros, el que te invita a su casa o viene a la tuya, el señor Alcántara, el pequeño pelotero con su padre o el pobrecillo que, harto de tanto acoso, quiere la independencia para hacer lo que quiera, el y toda su familia y tanta, y tanta gente decente que seguramente por un error... han salido en la lista negra de Panamá y ahora qué. 
   ¿A vosotros no os pasa? ¿No estáis preocupados? ¿Estáis seguros de que el cerdo de barro que desapareció antes de vuestra primera comunión, no terminó de engordar en un paraíso fiscal?  Mira que si de ese guarro, ahora vienen  estas tempestades. A mí , desde luego, no me llega la camisa al cuerpo.      

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