lunes, 4 de abril de 2016

Refranes quijotescos III parte

  Conversación entre Don Quijote y Sancho a cuenta de los refranes.


- También, Sancho, no has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles; que puesto que los refranes son sentencias breves, muchas veces los traes tan por los cabellos, que más parecen disparates que sentencias.- Eso Dios lo puede remediar -respondió Sancho-; porque sé más refranes que un libro, y viénenseme tantos juntos a la boca cuando hablo, que riñen por salir unos con otros; pero la lengua va arrojando los primeros que encuentra, aunque no vengan a pelo. Mas yo tendré cuenta de aquí adelante de decir los que convengan a la gravedad de mi cargo; que en casa llena presto se guisa la cena; y quien destaja no baraja; y a buen salvo está el que repica; y el dar y tener, seso ha menester.

- ¡Eso sí, Sancho! -dijo don Quijote-. ¡Encaja, ensarta, enhila refranes; que nadie te va a la mano! ¡Castígame mi madre y yo trómpogelas!. Estoyte diciendo que excuses refranes y en un instante has echado aquí una letanía dellos, que así cuadran con lo que vamos tratando, como por los cerros de Úbeda. Mira, Sancho, no te digo yo que parece mal un refrán traído a propósito; pero cargar y ensartar refranes a troche y moche, hace la plática desmayada y baja.


Miguel de Cervantes Saavedra, en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha II, Capítulo XLIII 


«De paja y de heno (mi vientre lleno)»

Al hijo de tu vecino, límpiale las narices y métele en tu casa» 

«Quien te cubre, te descubre» 

«Con la iglesia hemos topado, amigo Sancho.»

«Dime con quién andas, decirte he quién eres» 

«No con quien naces, sino con quien paces» 
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«Cada oveja con su pareja»

«Haz lo que tu amo te manda, y siéntate con él a la mesa.» 

«Por su mal le nacieron alas a la hormiga» 

«Un asno cargado de oro sube ligero por una montaña»«

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