miércoles, 22 de junio de 2016

En visperas. un poquito de por favor.

   A la vista de los resultados de las encuestas electorales, no salgo de mi asombro y estupor.  Un montón de preguntas se agolpan en mi cerebro y no encuentro respuestas. lo único que me alivia es lanzarlas a los cuatro vientos, con la esperanza de que el viento se encargue de transmitir sensatez a  este país desnortado, que solo encuentra sentimientos patrios y reivindicativos alrededor de un televisor rebosante de balones, futbolistas y personajes ordinarios  y trasnochados.
  Vamos a ver, ¿Quién me ayuda? 
  ¿Alguien daría las llaves de su casa al ladrón que le robó la semana pasada? 
    ¿Confiaríais el cuidado de los niños a quien mando a tus hijos, sobrinos, primos o hermanos  a la emigración?            ¿Cómo van a defender tus intereses, aquellos que tienen intereses radicalmente opuestos a los tuyos? 
     ¿Se puede confiar en aquellos que promueven jornadas laborales infinitas incompatibles con la vida?
     ¿A quién le interesa más esta crisis?
     ¿Quién creó esta crisis que ha dejado indefenso al obrero?
     ¿Quién está pagando principalmente la crisis? 
   ¿Cuántos años costará a la clase trabajadora recuperar el nivel adquisitivo y el estado del bienestar?
      ¿Se recuperará?

     ¿ Por qué cada día los ricos son más ricos y los pobres son más, en número y pobreza?
    ¿Cómo se puede entregar la responsabilidad del Estado a quien no sabe, al parecer, lo que se cuece en su casa?
   ¿Cómo podemos dar la responsabilidad del Estado a quienes apoyan y aconsejan a regímenes dictatoriales?
     ¿ Se puede confiar el encargo de gobernar a quien no habla, ni consigo mismo?
    ¿ Se puede encargar la labor de levantar a un país desmoralizado y hundido, a un cobarde lleno de dobleces?
    ¿ Piensa alguien que a los poderes económicos les importa mucho el estado actual de la clase trabajadora?  
     ¿Alguien piensa que a la derecha española le interesa que los trabajadores abandonen el escalón más cercano al abismo?
Albert Rivera   ¿No es el filo de la nada el mejor lugar para jugar con las voluntades?
    Podría seguir toda la tarde formulando preguntas y más preguntas, pero permitidme una  última.
      ¿Alguien desconoce que el domingo nos jugamos el futuro de los próximos veinticinco años , el futuro de nuestros hijos nacidos y el de los próximos a nacer? 
   El domingo no se vota cualquier cosa, el resultado nos marcará la vida a nosotros y a las tres o cuatro próximas generaciones.

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