¿Por qué? ¿Por qué?

  Empieza a preocuparme la fase de la vida por la que estoy pasando. Yo tenía entendido que los niños con cuatro o cinco años no paraban de preguntan por todo. ¿Por qué papá? ¿Por qué mamá? ¿Por qué esto? ¿Por qué lo otro? Hasta que terminan por aburrir a sus padres. 

   Pero es que a mí, con 58 años, me pasa lo mismo. Para mi desgracia, ya no tengo ni papá, ni mamá. ¿A quién pregunto? ¿Quién me va a mandar a hacer puñetas? 
   De momento le pregunto al viento, pero ya observo que, cuando pregunto mucho, la intensidad aumenta, y mira que no quisiera enfadarle y provocar un huracán. 
   Ya os contaré. De momento, a él le pregunto sin esperar respuesta, claro.

  1.- ¿Por qué hay que indemnizar a la ex ministra Mato, con una cantidad bastante elevada, si dimitió por su implicación en el caso Gurtel?

  2.- Si pillan al cajero de un banco metiendo la mano en el cajón ¿tiene derecho a indemnización?

  3.- ¿Por qué en esta sociedad se tiene tanta ansia por un asiento? 
   Se entra en el metro o en el bus y hay codazos. Si te levantas, te quitan la silla. Hasta hay partidos políticos que disponen de silla en el gobierno y en la sala de audiencias. 
  4.- ¿Por qué los alumnos normales de un colegio de Mallorca se tienen que ir a sus casas, mientras que los maltratadores y acosadores de una menor entran en las aulas?

 5.- ¿Cómo puede un ladrón perseguir a otro ladrón?

  6.- ¿Quién tiene mi voto? Si alguien lo tiene, que me lo devuelva, que me equivoqué al coger la papeleta.

   Para terminar me vais a permitir una última pregunta inocente, de lo más inocente. 


   7.- ¿Por qué hoy no ha desfilado la patrulla más famosa y querida? ¿Por qué no desfiló la patrulla canina?