¡Buenos días, peregrinos!
¿Cómo va la preparación? ¿Tenéis el gusanillo de andar activado? ¿No? Bueno, ya os picará y no podréis parar nunca (Ja ja ja).
Os recuerdo:
Dos horas diarias a un ritmo a rápido, pero sin llegar a sofocarse.
Adquisición de todo el material que vais a utilizar en el trayecto. Hay que usarlo durante la preparación. No es conveniente llevarlo nuevo.
Repaso de los itinerarios posibles que vamos a realizar.
Ejercicios complementarios para fortalecer el tronco y los brazos.
Durante los paseos es conveniente dedicar la mente a pensar, imaginar, repasar, planificar. Hay que mantener ocupada la cabeza, con el fin de ir poco a poco independizando la mente del cuerpo.
Este ejercicio es fundamental, separar el sofware del hardware. Esta dualidad nos será de gran ayuda en las etapas muy largas o tediosas; también será un asidero imprescindible si aparecen ampollas, rozaduras o dolores.
Imagino que estaréis esbozando una sonrisa y pensaréis que estoy un poco ido. ¿Verdad?
Pues no, no estoy ido del todo. Ya hablaremos a la vuelta del camino si practicar este ejercicio es necesario o no.
Os dejo hasta la semana que viene, que ya llevaremos 100 km. más en las piernas y nos quedarán siete días menos para empezar la aventura.
¿Cómo va la preparación? ¿Tenéis el gusanillo de andar activado? ¿No? Bueno, ya os picará y no podréis parar nunca (Ja ja ja).
Os recuerdo:
Dos horas diarias a un ritmo a rápido, pero sin llegar a sofocarse.
Adquisición de todo el material que vais a utilizar en el trayecto. Hay que usarlo durante la preparación. No es conveniente llevarlo nuevo.
Repaso de los itinerarios posibles que vamos a realizar.
Ejercicios complementarios para fortalecer el tronco y los brazos.
Durante los paseos es conveniente dedicar la mente a pensar, imaginar, repasar, planificar. Hay que mantener ocupada la cabeza, con el fin de ir poco a poco independizando la mente del cuerpo.
Este ejercicio es fundamental, separar el sofware del hardware. Esta dualidad nos será de gran ayuda en las etapas muy largas o tediosas; también será un asidero imprescindible si aparecen ampollas, rozaduras o dolores.
Imagino que estaréis esbozando una sonrisa y pensaréis que estoy un poco ido. ¿Verdad?
Pues no, no estoy ido del todo. Ya hablaremos a la vuelta del camino si practicar este ejercicio es necesario o no.
Os dejo hasta la semana que viene, que ya llevaremos 100 km. más en las piernas y nos quedarán siete días menos para empezar la aventura.
¡ Buen camino !
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