La Fuentecilla hoy en día. Foto: Google.
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"La Fuentecilla" fue una iniciativa del conde de Moctezuma, corregidor de Madrid entre 1814 y 1816, para conmemorar el regreso del rey Fernando VII a la ciudad, tras su exilio en Francia.
Se piensa que el nombre popular se refiere a un pilón ya existente que fue destruido al construirse el monumento. Las obras fueron encomendadas a Alfonso Rodríguez, arquitecto de la Casa Real, con un león obra de Manuel Álvarez, y según reza en una inscripción situada en el propio monumento fue inaugurado en 1815. Al parecer, la obra se construyó con restos de otro monumento dedicado a San Norberto, existente hasta 1810 en la fachada del convento de los premostratenses.
La Fuentecilla presenta un diseño más próximo al de un monumento urbano que al de una fuente. Está formada por una pilastra de planta cuadrangular, que, en la cara principal (la que da a la calle de Toledo), tiene anexado un zócalo, donde descansa un primer grupo escultórico, formado por un oso y un grifo, en alusión al antiguo escudo heráldico de Madrid.
La pilastra presenta en cada cara cuatro frontones de forma triangular, bajo los cuales se sitúan diferentes ornamentos. Sus lados meridional y septentrional están presididos por blasones históricos, relacionados con la villa, mientras que en la cara occidental, que es la principal, se omite este motivo. Aquí aparece una placa de piedra, donde se recoge la siguiente inscripción: «A Fernando VII, el Deseado. El Ayuntamiento del heroico pueblo de Madrid. Corregidor, el conde de Moctezuma». En la cara oriental, que da a la calle de Arganzuela, no hay ningún adorno.
Dos tomas de La Fuentecilla.
Fueron recortadas las dimensiones del pilón para dar mayor anchura al tráfico de vehículos. Foto: Loty. Fototeca del Patrimonio Nacional. |
La parte superior de la fuente, de menor anchura, está conformada por un cubo de piedra, cuyos lados están recorridos por las siete estrellas del escudo de Madrid (también presentes en el de la Comunidad de Madrid, aprobado en 1984). Sobre el citado cubo se apoya un segundo grupo escultórico, donde se representa a un león (simbolizando a la monarquía española), erguido sobre dos hemisferios terrestres (en referencia a los antiguos dominios del Imperio español).
Mesonero Romanos la describió como "desdichada fuente" a la que nadie osaría llamar monumento como no fuera "monumento fúnebre del buen gusto". Similar opinión expresaron Hilario Peñasco y Carlos Cambronero en su libro Las calles de Madrid.
Alfonso también fotografió La Fuentecilla. Era un lugar con gran tránsito de gente. Hacía 1930. AGA. Colección Anmogon. |
La Fuentecilla. Año 1864. Foto: Alfonso Begué. |
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