Casa Ciriaco se ubica en la calle Mayor 84. La historia del local es larga y comienza en 1897 siendo un almacén de vinos propiedad de Antonio Fernández. En 1906 era la taberna Casa Baliñas. En 1923 la licencia del local pasa a manos de los hermanos Muñoz, Pablo y Ciriaco, que trabajaban en el establecimiento desde 1917.
Esta adquisición proporciona finalmente el nombre actual debido a que en 1929 Ciriaco abre la taberna como restaurante.
Casa Ciriaco esta especializada en cocina casera madrileña, de siempre se ha oído que es uno de los mejores locales de la ciudad para comer callos a la madrileña y también por ser uno de los pocos que sirven gallina en pepitoria, un plato que por lo tradicional, lo raro de encontrarlo y la calidad con que está preparado merece la pena probar. Los martes, como menú, siempre ofrecen cocido, servido en dos vuelcos, con fideos más bien gordos y relleno con jamón.
Casa Ciriaco esta especializada en cocina casera madrileña, de siempre se ha oído que es uno de los mejores locales de la ciudad para comer callos a la madrileña y también por ser uno de los pocos que sirven gallina en pepitoria, un plato que por lo tradicional, lo raro de encontrarlo y la calidad con que está preparado merece la pena probar. Los martes, como menú, siempre ofrecen cocido, servido en dos vuelcos, con fideos más bien gordos y relleno con jamón.
Otros platos que sirve Casa Ciriaco, y que no suelen encontrarse en restaurantes más modernos, son las truchas y perdices escabechadas, la perdiz con judiones de la granja y la carne a la riojana. De postre es muy recomendable su flan casero de huevo con caramelo.
La casa se hizo famosa por sentarse entre sus mesas diversos personajes de la cultura madrileña como el periodista y gastrónomo Julio Camba; el dibujante Antonio Mingote, que diseñó el sello de casa, o el pintor Ignacio Zuloaga, que cenó por última vez en dicho local y que fue homenajeado en una de sus paredes, el torero Domingo Ortega y Juan Belmonte (visitaba el local en sus estancias madrileñas), el pintor Sebastián Miranda.
El edificio donde se encuentra Casa Ciriaco se le conoció popularmente como La casa de la bomba por ser donde Mateo Morral Roca ejecutó el atentado contra los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia el 31 de mayo de 1906, el día de su boda. La bomba fue lanzada desde un balcón del cuarto y último piso del edificio, en donde había una casa de huéspedes . En la acera de enfrente, hay una plazuela, en la confluencia de las calles Mayor y Sacramento, en la que se erigió un monumento a las víctimas, en 1908, que fue desmantelado por la II República, y re-erigido, mucho mas modesto, en 1963.
En la fachada de Casa Ciriaco puede verse una placa que recuerda que Max Estrella, protagonista de Luces de Bohemia de Valle-Inclán, inició aquí su “peregrinaje nocturno”. Recuerda también la placa que, dentro de la ficción del libro aunque basado en hechos reales, “en este ámbito quiso que tuviese lugar el prendimiento del anarquista Mateo.”
Otra placa, justo encima del toldo de Casa Ciriaco, nos recuerda que en este lugar estuvo la Puerta o Arco de Santa María, perteneciente a la muralla musulmana de Madrid y que fue derribada en 1569.
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