El Pretor andaba desesperado por la magnitud del proyecto, el retraso y las presiones de sus superiores, tal era su situación que llegó a un acuerdo con Lucifer, por el cual, se comprometía a acabar la obra a cambio del alma de su hijo.
El demonio acepto de buen grado la oferta y se puso a trabajar, convocando a varios diablos para que buscaran piedras. Cerca de allí en la sierra de Guadarrama había muchas piedras y muchos se fueron hacia allí, pero uno de ellos, llamado Forniellos, poco dado a las multitudes, se dirigió hacia el norte y volando, volando, llegó a Pajares. Cuando vio las montañas de Peña Mayor supo donde debía ir a buscar piedras y se dirigió hacia ese lugar.
Sacó una piedra y volvió rumbo a Segovia, por el camino Forniellos vio de nuevo a la moza y prendado de su belleza no pudo por menos que cumplir con su promesa.
Dejo caer la piedra sobre la ladera de Peña Mayor y la dejó allí clavada.Volvió a adoptar apariencia humana y bajó a verla.
Dejo caer la piedra sobre la ladera de Peña Mayor y la dejó allí clavada.Volvió a adoptar apariencia humana y bajó a verla.

El padre de la moza, de nombre Antón García, de regreso a su hogar, se enteró de la noticia y se puso a buscar por todos los lugares del pueblo. Un vecinos encontró una cruz de oro al lado del pozu, pero por más que miraron en el fondo nada pudieron ver.
Antón García roto de dolor y de desesperación se arrojo al río pensando en el destino cruel de su hija.
De esta leyenda, han llegado a nuestros días, el nombre del pueblo de Santagadía, en el concejo de Biemenes, el pozu Forniellos donde cayó Gadea con Forniellos, la Peña del diablu que fue la que tiro Forniellos y el río Antón García en el que se tiró el padre de Gadea.
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