Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.
Así que yo les digo: pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
Cuando des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Muchos que son primeros serán últimos; y los últimos, primeros.
Si dos personas hacen la paz entre sí en esta misma casa, dirán a la montaña: ¡Desaparece de aquí! Y ésta desaparecerá.
Quien a ustedes recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado.
Ama a tu hermano como a tu alma; cuídalo como la pupila de tu ojo.
Ustedes juzgan según la carne; yo no juzgo a nadie, y si lo hago, mi juicio vale, porque no soy yo solo el que juzga, sino yo y el Padre que me envió.
Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.
Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen.
Amaos los unos a los otros, como yo os he amado.
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
No hace daño lo que entra a la boca, porque a la letrina va, sino lo que sale de ella.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo?
Cristo.
Cristo (del latín Christus, y este del griego antiguo Χριστός, Christós) es una traducción del término hebreo «Mesías» (מָשִׁיחַ, Māšîaḥ), que significa «ungido», y que se emplea como título o epíteto de Jesús de Nazaret en el Nuevo Testamento. En el cristianismo, Cristo se utiliza como sinónimo de Jesús.
Los seguidores de Jesús son conocidos como «cristianos» porque ellos creen y confiesan que Jesús es el Mesías profetizado en el Antiguo Testamento, por lo cual le llamaban «Jesús Cristo», que quiere decir «Jesús, el Mesías» (en hebreo: Yeshua Ha'Mashiaj), o bien, en su uso recíproco: «Cristo Jesús» («El Mesías Jesús»).
El título «Cristo» también se encuentra dentro del nombre personal «Jesucristo», y se menciona como un sinónimo de Jesús de Nazaret en la fe cristiana, que lo considera salvador y redentor de los hombres, el «Verbo» (o Palabra) de Dios encarnado y «el Hijo unigénito de Dios».
Las principales creencias cristianas acerca de Jesucristo incluyen su consideración como el Hijo de Dios, constituido como Señor; que fue concebido por el Espíritu Santo y que nació de la Virgen María; que fue crucificado, muerto y sepultado durante el mandato de Poncio Pilato; que descendió a los infiernos y posteriormente resucitó de la muerte y subió a los cielos, donde se encuentra junto a Dios Padre y desde donde volverá para el Juicio Final.
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