Me encantaría que estas flores que hoy regalo a las cuatro redes sirvieran de estimulantes y energizantes para superar el estado de las cosas.
En pocos años los poderes fácticos han devuelto a la clase trabajadora al lugar de donde no les gusta que salgamos jamas. Al rincón de los sueldos bajos, las estrecheces, la necesidad, la esclavitud, la dependencia, la desestructuración y la sumisión.
Nuestros hijos y nietos vivirán, viven, bastante peor que nosotros. Con el agravante de que visionan un mundo libre, sin fronteras, donde todo esta al alcance de la mano. Un mundo virtual donde la falsa libertad es su cadena, el consumo.
Ya no valen lamentaciones, ni resignación, ahora es el momento de levantarse, organizarse, y empezar a luchar contra todo y todos los que intentan que seamos auto esclavos, carceleros de nosotros mismos, en la prisión del consumo.
Salgamos a la naturaleza y abandonemos las nuevas catedrales de culto, que son los centros comerciales, donde nos adoctrinan dentro de la filosofía del consumo, el mínimo esfuerzo y el falso mundo feliz.
¡Feliz domingo!
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