
Quizás sea por mis estancias veraniegas en el pueblo paterno, donde las campanas de la iglesia marcaban la vida de todos y cada uno.
A diario señalan el tiempo, tocando los cuartos, las medias y las horas. Luego, cuando es menester, tañen para avisar a misa, funeral, novena, bajada del Cristo, procesiones, muerto, fuego... Vamos, que no paran. Todo el día, dale que es tarde.
A diario señalan el tiempo, tocando los cuartos, las medias y las horas. Luego, cuando es menester, tañen para avisar a misa, funeral, novena, bajada del Cristo, procesiones, muerto, fuego... Vamos, que no paran. Todo el día, dale que es tarde.
A lo mejor es que en otra vida fui campanero constructor o campanero tañedor, quién sabe. El caso es que en mi casa tengo cerca de doscientas campanas de diversos tamaños y de multitud de lugares. Por donde voy se viene conmigo una.
Bueno, pues he decidido que quiero compartirlas con vosotros. Al fin y al cabo, qué tontería disfrutarlas yo solo, es posible que entre vosotros haya otro campanero loco.
Hoy, ahora mismo está naciendo otra sección de mi blog, que se va a titular. " la campana y su mundo".
Irá desfilando todo lo que se os podáis imaginar sobre campanas, solo sobre campanas. Las ilustraciones serán fotografías de mi colección.
Espero que os gusten y disfrutéis de ellas tanto como yo.

Hoy, ahora mismo está naciendo otra sección de mi blog, que se va a titular. " la campana y su mundo".

Espero que os gusten y disfrutéis de ellas tanto como yo.
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