
En la confluencia de los paseos realizados con ladrillos aparejados a sardinel, aparece situada una fuente de reducidas dimensiones, labrada en granito. Está formada por una columna y una taza, que presentan relieves en espiral, a modo de columna salomónica.

En el paseo más próximo al terraplén de la calle Segovia encontramos un fuente de vaso bajo y redondeada, con un proyecto de alcachofa que nunca llegará a granación.
Estas fuentes, junto con el jardín es una maravilla que esconde el Madrid de los Austrias para todo aquel que quiera leer con tranquilidad, escuchar el trino de los pájaros envuelto con el murmullo del agua o tomar el fresco en esas mañanas de justicia del verano.


Fotografía: J Ruiz
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