En lo alto de la Butte Montmartre, la basílica del Sacré-Cœur con su famoso campanario de 84 metros de altura alberga la campana más famosa del mundo: la Savoyarde, cuyo verdadero nombre es Margartet Frances.
Es la campana más grande del mundo, al menos entre los que pueden oscilar. Tres metros de diámetro y dieciocho mil ochocientos treinta y cinco kilos, fue regalada por los cuatro diócesis de Savoie y forjada el 13 de mayo de 1891 en Annecy por la compañía Paccard, cuya fama se remonta a este período. La compañía Paccard había encontrado los secretos de los antiguos fundadores flamencos de la Edad Media para proporcionar las campanas para la armonización interna del sonido.. Traída por 28 caballos, llegó en la noche del 16 de octubre de 1895, día de Santa Margarita-María.
Sentir la campana tocando al Ángelus sobre las calles de París es sentir el canto que bajo el latón, pretende recordar que hoy un mundo más allá del mundo que pisamos. Lo consigue en unas ocasiones y, evidentemente, no lo consigue en otras. Pero el sonido sale, vuela y llega a cada uno de los habitantes de París, lo que cada uno interprete es ya una libertad de cada uno.
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