“Que el camino salga a tu encuentro. Que el viento siempre esté detrás de ti y la lluvia caiga suave sobre tus campos. Y hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te sostenga suavemente en la palma de su mano.”
(Bendición Celta)
El Camino es como nuestra propia vida, debes dejar que te sorprenda a cada paso.
El Camino se debe hacer desde la soledad de cada uno, en compañía de todo el mundo.
El Camino pone a cada persona en su sitio, no trates de ser lo que no eres…
Es imprescindible caminar siempre con las ventanas de la mente abiertas de par en par para dejar que el aire refresque nuestra alma.
No olvides sonreír aunque el dolor a veces nuble tu sonrisa.
Saluda a toda persona que se cruce por tu camino con una sonrisa en los labios.
Olvídate del tiempo pasado, y haz del Camino tu vida.
Después de la tormenta (o del Chirimiri) siempre viene la calma… aunque pases semanas sin ver la luz del Sol.
Haz de cualquier pequeño encuentro un momento especial… Esos son los instantes que quedarán grabados para siempre en tu corazón.
Aprende de cuanto te pueden enseñar todas las personas que caminan a tu lado. Con esfuerzo, constancia e ilusión, TODO en esta vida se puede lograr, pero hay que desearlo con todas las fuerzas.
No tengas prisa, porque donde has de llegar es a ti mismo; a lo más hondo de ti mismo.
Nunca se sabe donde puede aparecer una luz que nos ilumine la puerta para entrar dentro de nosotros mismos para conocernos mejor.
No hay camino sin soledad.
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