La Tarara
La Tarara, sí;
la Tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Lleva la Tarara
un vestido verde
lleno de volantes
y de cascabeles.
La Tarara, sí;
la tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Luce mi Tarara
su cola de seda
sobre las retamas
y la hierbabuena.
Ay, Tarara loca.
Mueve, la cintura
para los muchachos
de las aceitunas.
Federico García Lorca |
Federico García Lorca vivió sus primeros años en el campo, en Fuente Vaqueros, un pueblecito de Granada (España); aprendió música muy pronto, junto a su madre, y nunca perdió esa alegría de niño feliz que corretea de la mañana a la noche por un pequeño jardín familiar.
Federico siempre conservó estas imágenes primeras, por eso sus poemas serían más tarde una gran fiesta de color y de música. Una fiesta maravillosa a la que todos están invitados, incluso los niños
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