miércoles, 14 de noviembre de 2018

La leyenda de la Basa de la Mora

Toda la belleza natural que rodea a los ibones pirenaicos, es salvaje, grandiosa pero además, algunos tienen sus propias leyendas que han sido tranmitidas de generación en generación, es el caso del Ibón de Plan en el Valle de Chistau.
 La contemplación de la Basa de la Mora o Ibón de Plan, es toda una experiencia realmente excepcional. Sin duda cualquiera que haya visitado el Ibón, ha quedado hechizado por la paz y la magia del lugar. 
Cuentan los más ancianos del lugar que al amanecer, en el instante en que aparece el primer rayo de sol desde el circo de Armeña, se levanta lentamente en el centro del lago una forma brillante que se extiende conforme el sol inunda con su luz  el azul de la Basa transformándose en una hermosa mujer, dicen que es el alma de  una princesa mora que se perdió en  las montañas de este valle huyendo de las guerras entre cristianos y moros.
Si deseas verla, ha de ser en la noche de San Juan, tendrás que lavarte la cara en sus aguas heladas antes de la salida del sol, es entonces cuando podrás contemplar su magia, aparecerá moviendo el agua de manera suave y poco a poco irá agitando el agua hasta formar un remolino con su vertiginosa y mágica danza. Cuentan también que esta hermosa dama es tan tenue y ligera como el aire, que embelesa con su armonía y suaves movimientos…
Aseguran también que solo los que tienen la mirada limpia y el corazón puro pueden ver a la Princesa Mora, al igual que tan solo de esta manera podrán ver toda la belleza que este ibón esconde…
Incluso en nuestros días, los abuelos del lugar, aun enseñan a sus nietos la leyenda en su antigua lengua:
“Si ye que i puyas bela maitinada de San Chuan ta Ibón, y no la biéses,  abrás de pensare en labá-te l´anima… Sólo es güellos limpios pueden biere a la prinzesa mora de las cumbres…”

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