Continua nuestro paseo por la Graciosa, la octava isla Canaria, según algunos, el paraíso canario según yo.
La vuelta a la isla tan solo se puede hacer andando, en bici o en servicio de cuatro por cuatro. Hay mucho polvo al no conocerse el asfalto apenas y a cada paso es un descubrimiento.
Que si una duna aquí, una florecilla silvestre allá. una formación rocosa erosionada por las olas, un cono volcánico, playas de ensueño, colores de agua cautivadores, islotes en el horizonte, los acantilados de las islas vecinas al alcance de la mano etc.
Se terminar de vuelta en donde se comienza, en la capital de la isla, donde la sencillez, la falta progreso mal entendido se convierte en belleza, donde comer los productos del océano es una fiesta por todo lo alto.
¡Buen viaje!
No hay comentarios:
Publicar un comentario