Realizó los primeros estudios en el Instituto Eusebio da Guarda de la Coruña. Mujer muy vitalista gustaba tanto del hockey sobre patines y el baloncesto, como de la música de Bach, además de estudiar inglés y alemán.
A pesar de la voluntad de la familia para que estudiase ingeniería y mantener el negocio familiar de una fundición en La Coruña, obtuvo una licenciaturaen matemáticas en la Universidad Central de Madrid, en 1950, donde tuvo como profesor al físico aragonés Julio Palacios. Allí también se doctoró con una tesis dirigida por Germán Ancochea y Tomás Rodríguez Bachiller.
En 1953 recibió una de las primeras Becas Fulbright, lo que le permitió estudiar en la Universidad de Yale, en Estados Unidos. Su tesis doctoral sobre teoría de grupos fue dirigida por el algebrista Nathan Jacobson. La terminó en 1957 y su título fue On the group of similitudes and its projective group (Sobre el grupo de semejanzas y su grupo proyectivo).
De vuelta en España, trabajó como investigadora en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) durante tres años sin conseguir que su doctorado fuese reconocido oficialmente.
En 1960 regresa al extranjero, tras recibir una beca postdoctoral de la Universidad de Toronto, en Ontario (Canadá). Allí dirigió la tesis doctoral de Robert Moody, quien después trabajó en lo que pasó a conocerse como la teoría de álgebras de Kac-Moody, que tuvo a Wonenburger como inspiradora.
En 1966 se trasladó a los Estados Unidos, a la Universidad de Buffalo, y al año siguiente, en 1967, consiguió una plaza definitiva como profesora en la Universidad de Indiana, donde permaneció hasta 1983. Por enfermedad de su madre regresó a La Coruña en 1983 y permaneció apartada del mundo académico, salvo alguna colaboración esporádica con instituciones como AGAPEMA.
La investigación de María Wonenburger se centró principalmente en la teoría de grupos y en la teoría de álgebras de Lie.
Trabajó con grupos de semejanzas en el álgebra de Clifford, pero sobre todo fue conocida por sus desarrollos en álgebras de Lie.
María Wonenburger fue una matemática y algebrista cuyos logros son reconocidos desde hace décadas por la comunidad científica internacional pero que no gozaba del mismo reconocimiento en su país. En un Congreso Mundial de Matemática celebrado en Santiago, en la década de los 90, al que acudieron afamados algebristas de diferentes países ella no estuvo presente. Los asistentes, que no daban crédito a su ausencia, se preguntaban por qué una científica de su categoría y con la misma nacionalidad que los anfitriones no había acudido a aquel congreso. La respuesta era sencilla: nadie la había invitado...
A partir de ese momento las miradas se volvieron hacia ella y empezaron, aunque tímidamente, los honores públicos.
María Wonenburger fue una matemática y algebrista cuyos logros son reconocidos desde hace décadas por la comunidad científica internacional pero que no gozaba del mismo reconocimiento en su país. En un Congreso Mundial de Matemática celebrado en Santiago, en la década de los 90, al que acudieron afamados algebristas de diferentes países ella no estuvo presente. Los asistentes, que no daban crédito a su ausencia, se preguntaban por qué una científica de su categoría y con la misma nacionalidad que los anfitriones no había acudido a aquel congreso. La respuesta era sencilla: nadie la había invitado...
A partir de ese momento las miradas se volvieron hacia ella y empezaron, aunque tímidamente, los honores públicos.
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