En la pared de un gran salón, frente a las cristaleras que dan al jardín y enmarcada por un arco de mármol blanco, se encuentra esta fuente mural en mármol verde y gris, con grifo dorado.
La fuente parece sustentar los espejos que terminan de cubrir el resto de dicho arco, reflejando la luz del exterior y toda la estancia.
La fuente parece sustentar los espejos que terminan de cubrir el resto de dicho arco, reflejando la luz del exterior y toda la estancia.
La pila es profunda y ondula en su frontal, toda ella en mármol verde. Se asemeja a las antiguas tinas de las termas romanas.
El frontal se compone de un ribete de mármol verde que rodea una pieza semi cuadrada de mármol gris de la que sobresale el grifo dorado que asemeja la cara de un animal mitológico.
Todo el conjunto, fuente y espejo, son elementos decorativos de gran elegancia.
El frontal se compone de un ribete de mármol verde que rodea una pieza semi cuadrada de mármol gris de la que sobresale el grifo dorado que asemeja la cara de un animal mitológico.
Todo el conjunto, fuente y espejo, son elementos decorativos de gran elegancia.
Fotografía tomada de madrida360.es
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