jueves, 28 de marzo de 2019

Mujeres olvidadas. Lucía Sánchez Saornil


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   Nació el 13 de diciembre de 1895 en Madrid en el seno de una familia trabajadora. Sus padres eran Gabriela Saornil y Eugenio Sánchez. Vivían en la calle Labrador del barrio de Peñuelas.

   Su madre y su hermano murieron cuando ella era muy joven y quedó al cargo de la casa y de una hermana algo más joven que ella. Su padre trabajaba en la centralita de teléfonos en la casa del Duque de Alba.​

  En su casa tenían una pequeña biblioteca repleta de libros y folletos heredados de una tía de su padre. 

Resultado de imagen de Lucía Sánchez Saornil. imagen   Estudió en un colegio para huérfanos, el Centro "Hijos de Madrid", donde concluyó sus estudios primarios y secundarios. En 1913 publicó su primer poema, Nieve, en el semanario Avante de Ciudad Rodrigo.​ En 1916 entró a trabajar como telefonista en Telefónica y publicó sus primeros poemas en la revista Los Quijotes.​ En Los Quijotes, iniciativa del propietario de una imprenta, Emilio G. Linera, empezaron a publicar algunos de los poetas que fueron después representativos del Ultraísmo, como Guillermo de Torre. Los poemas de Sánchez Saornil son arrebatos sentimentales inmersos en el Modernismo decadente.​ Paralelamente, prosiguió sus estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

  Comenzó a seguir los movimientos vanguardistas, adhiriéndose en  1919 al movimiento ultraísta. Publicó entonces sus poemas en revistas como Tableros, Plural, Manantial y La Gaceta Literaria, utilizando el pseudónimo Luciano de San-Saor.​ Ha sido motivo de controversia el uso del seudónimo, ofreciéndose dos explicaciones: la una, porque eran meras creaciones estéticas; la segunda, porque así podía reflejar sin temor su deseo lésbico.​

Resultado de imagen de Lucía Sánchez Saornil. imagen   Durante la década de 1920 dejó la poesía para dedicarse a la actividad política en el seno del movimiento anarcosindicalista. Participó en diferentes conflictos sociales dentro de Telefónica, lo que provocó primero su traslado a Valencia y finalmente su expulsión de la empresa.​ En 1927 ya en Valencia colaboró en varios periódicos anarquistas como Tierra y Libertad y Solidaridad Obrera de Barcelona, Umbral de Valencia y la Fragua social. De vuelta a Madrid en 1929, prosiguió con sus actividades en el movimiento anarquista, haciéndose cargo en 1933 de la secretaría de redacción del periódico CNT.​


  Al comprender que el anarcosindicalismo dejaba en un segundo plano la cuestión de las mujeres, centrándose solo en el ámbito económico,comprendió que no se podía separar la lucha contra el Estado y el capitalismo de la lucha contra el patriarcado.​ Así en 1936 fundó junto a Mercedes Comaposada y Amparo Poch la organización feminista y libertaria Mujeres Libres, movimiento al que dedicó parte importante de su militancia anarcofeminista.​ Surgida en torno a la CNT la asociación nació en Madrid pasando después a Barcelona y se extendió por la zona republicana llegando a alcanzar 147 agrupaciones y 20.000 afiliadas en 1938.


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  Una de sus actividades fue la edición de la revista Mujeres Libres. El primer número fue publicado el 20 de mayo de 1936 y se agotó casi inmediatamente. Un segundo número apareció el 15 de junio. En total se publicaron 14 números aunque el último estaba en imprenta cuando el frente de batalla llegó a Barcelona y no se conserva ninguna copia.​
  Cuando estalló la Guerra Civil participó activamente en la lucha antifascista. El 19 de julio de 1936 salió a la calle y participó en el asalto al Cuartel de la Montaña. Actuó como cronista de guerra en los frentes de Guadalajara para los periódicos de la CNT Juventud Libre y Frente Libertario. También colaboró en la estructuración de las primeras colectividades campesinas y obreras.​ En la batalla de Madrid compuso su poema Madrid, Madrid, mi Madrid que fue leído por ella misma en la emisora Radio Madrid en una noche de bombardeos ininterrumpidos.​ Después marchó al frente de guerra donde hizo de periodista.​ El estallido revolucionario surgido tras la sublevación dio otro carácter a la revista Mujeres Libres y fue Sánchez Saornil quien propuso la formación de brigadas femeninas de trabajo que en caso necesario pudieran reemplazar a los compañeros combatientes y organizó un servicio de enlace que llevara y recogiera correspondencia y paquetes entre los luchadores y sus familiares.​


Resultado de imagen de Lucía Sánchez Saornil. imagen   En 1937 regresó a Valencia, donde asumió el puesto de secretaria nacional de todas las agrupaciones de Mujeres Libres. También fue redactora jefe en el periódico anarquista Umbral.​ Es allí donde conoció a América Barroso, que fue su compañera sentimental hasta su muerte. De Valencia viajó a Barcelona y allí la organización le solicitó que pasara a las colectividades agrarias de Castellar. La colaboración de Sánchez Saornil en Umbral se caracterizó por sus reportajes al que acompañaban documentos gráficos y que informaban de los cambios que se operaban en la vida social y económica de las diferentes regiones bajo el signo de la revolución.​

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   A partir del 20 agosto de 1937 empezó el Congreso o Conferencia Nacional de Mujeres Libres donde quedó constituida la Federación Nacional del mismo nombre. Fue una de las oradoras principales.​

    En mayo de 1938 se hizo cargo de la secretaría general de la sección española de Solidaridad Internacional Antifascista (S.I.A) con la que durante un tiempo había colaborado como secretaría de Prensa y Propaganda. Pasó a los campos de refugiados de Francia y en 1940 junto a América Barroso, residiendo en París donde se ganó la vida retocando fotografías y posteriormente en Montauban donde trabajó como secretaria de una asociación de cuáqueros que ayudaba a los refugiados españoles.

Emma Goldman (centro) y Lucía Sánchez Saornil.
   Volvieron a España de manera clandestina con la ayuda de Electra, hermana de América, que al vivir en la zona fronteriza de La Junquera les facilitó el paso.​ Residieron primero en Madrid donde intentó organizar a Mujeres Libres de forma clandestina con las hermanas Carmen y Visitación Lobo, pero fracasaron. Al ser reconocida en la calle, decidieron marchar a Valencia donde vivió clandestinamente hasta 1954, con lo que carecía de tarjeta de racionamiento. Retomó la pintura, convirtiéndola en su oficio y la poesía, aunque nunca publicó nada. Murió el 2 de junio de 1970 de un cáncer de pecho.​ No dejó nada publicado aunque sí se sabe de la lectura de poemas al pintor Pedro de Valencia.​


Mi balcón

rosa de cristal frente al ocaso


En el río del horizonte

naufraga Cuatro vientos
nido de águilas de acero
de alas inmóviles y vientres sonoros

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