jueves, 24 de octubre de 2019

Leyendas. El exorcista de San Pedro el Real - Madrid

leyenda Iglesia San Pedro El Viejo   Cuenta la leyenda o la historia, que antiguamente, dentro de la parroquia de San Pedro el Real se celebraban exorcismos. 
     Los  llevaba a cabo el calabrés Genaro Andreini, al que el mismísimo Francisco de Quevedo dedicó un romance. Quevedo sitúa las primeras escenas de uno de sus sueños, El alguacil endemoniado, en las gradas de San Pedro, para luego escenificar en la sacristía las charlas con el licenciado calabrés, que en poco tiempo se convirtió en uno de los exorcistas más famosos de Madrid a comienzos del siglo XVII. Genaro Andreini vino a España de peregrino para visitar el santo sepulcro del apóstol Santiago en Galicia, pero antes permaneció un tiempo en Madrid donde alcanzo una gran popularidad gracias a los exorcismos que llevaba a cabo en San Pedro el Real, donde una legión de personas venidas de diferentes puntos de Castilla, acudían para ser exorcizados, creyendo estar poseídos por el mismísimo Satán. 
  El exorcista italiano, no solo no se mostraba escéptico ante dichas posesiones del maligno, sino todo lo contrario, lo que hacía que el populacho se sugestionase, aumentando día tras día el numero de supuestos casos de posesión. Finalmente, el Santo Oficio intervino, poniendo coto a este escándalo al expulsar del reino a Andreini, con lo que los casos de posesión demoníaca finalizaron.


   

Este episodio sirvió para que, Francisco de Quevedo, se mofase del exorcista calabrés, valiendose de su ingenio y sus versos.

“Venid, viejas, a San Pedro, / venid, que ya está el beato / Andreini con hisopos
 / preparado a sacar diablos”

 

(Francisco de Quevedo y Villegas)

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