Ayer nos quedamos con ganas de más. Como nos cuesta poco el viaje y no tenemos nada mejor que hacer, volvemos al Jardín Inglés de Munich a seguir disfrutando de la naturaleza.
Vamos a recorrer praderas verdes entre vuelos de patos y cuervos que rivalizan por el alimento y mejor lugar para tomar el sol primaveral. Vamos a ir sin prisas, que ya se sabe, no son buenas consejeras, tranquilos, disfrutando de cada segundo de libertad.
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