En una sociedad donde nos tocamos al hablar, donde pagamos sombrilla a sombrilla en las playas y hasta las montamos una sobre otras, donde nos gusta estar embotellados en los transportes públicos, donde no entramos en los establecimientos vacios. Es muy dificil pedir DISTANCIA y más dificil cumplir con dicha DISTANCIA de seguridad.
Debemos entender que en el mantener la DISTANCIA nos va nuestra vida y la de las personas que nos rodean.
Yo no se tu, pero a mi no me gustaría llevar en la conciencia la muerte de mis padres, abuelos o vecinos por el simple detalle de no mantener la DISTANCIA.
¡ÁNIMO! y ¡DISTANCIA!
Fotografía: J Ruiz
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