Me despedí el 15 de enero, noveno día desde la nevada, hasta que la situación mejorara bastante en Madrid.
Hoy, doceavo día desde la nevada, no tengo más remedio que volver a publicar lo que he visto y suplicar a Dios que saque de este atolladero al regidor de la villa y a nosotros.
El pobre de él, habla, habla, promete, promete, pero no le llegan las dos manitas al culo, la verdad.
¡Ah! ¡Buen Dios! Mándanos el miércoles lluvia, pero despacito, porfa. El regidor y la virreina seguro que no se han enterado de nada y tendremos inundaciones debastadoras.
Mientras, hoy, continuamos con hielo, nieve, ramas, árboles, basuras, más basuras. resbalones, caidas, roturas y más roturas.
Fotografía: J Ruiz
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