Mujeres olvidadas. Consuelo Vello Cano "La Fornarina"

   

 Consuelo Vello Cano nació en Madrid, el 28 de mayo de 1884 en el seno de una familia humilde. Su padre Laureano Vello Álvarez era guardia civil y su madre, Benita Cano Rodriguez trabajaba de lavandera. 
   Sus inicios fueron dentro de un mundo dificil en el Madrid de aquella época, hasta que la dan una oportunidad dentro del mundo del espectaculo y la aprovecha.
    Hizo sus primera tablas conocidas como corista en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, y también se la documenta en el Salón Japonés de esta capital. Su apodo "La fornarina" se debe al parecer al periodista de La Época Javier Betegón, nombre con el que ya aparece en el Teatro Romea madrileño, en el Teatro Nuevo Retiro de Barcelona y en el Salón Novedades de Valencia. Desde 1904, la leyenda la cupletista quedó asociada al nombre del letrista José Juan Cadenas. Pronto se hace estrella del Lara, el Novedades y la Zarzuela, todos ellos en Madrid,
   

Su aparición en el extranjero puede situarse en 1905, en el Coliseo dos Recreios de Lisboa y en el Teatro Príncipe Real de Oporto. Su gran entrada en el ámbito internacional se produjo en el «Apollo Théatre» de París el año 1907. En esa ciudad conoció a Quinito Valverde, autor de la canción Clavelitos (1909) que será el gran éxito de la cupletista. Con ella pisó los escenarios del Alhambra Theatre, en Londres, el Olympia de París, o el Palais Soleil de Montecarlo, llegando a actuar en San Petersburgo en 1909. Tras la larga gira europea, Alfonso XIII de España presidió una de sus actuaciones en el Teatro de la Comedia.
    En 1914, un año antes de su prematura muerte, estrenó El último cuplé (tema que inspiraría ya en 1957 la película del mismo título, protagonizada por otra gran diva, Sara Montiel). Los críticos de la época han dejado escrito que suplía su escasa voz con una buena modulación y unos "tonos graves exquisitos". Murió en pleno éxito, el 17 de junio de 1915, con apenas 31 años. Fue sepultada en la Sacramental de San Isidro.