sábado, 1 de enero de 2022

La Casita del Principe de El Pardo

   

  Esta Casita esta en El Pardo y como no puede ser de otra manera es la Casita del Príncipe de El Pardo. 
  Es un palacete neoclásico de finales del siglo XVIII, en el interior del recinto palaciogo.

   Fue erigido en 1784 para uso de Carlos IV, por entonces príncipe de Asturias, por encargo de su padre, el rey Carlos III, y se debe al arquitecto madrileño Juan de Villanueva, quien previamente había diseñado las Casitas de Arriba y de Abajo en el Real Sitio de El Escorial. Como las otras "casitas" edificadas por Carlos IV, la de El Pardo también se inspiraba en los casinos italianos o los ermitages franceses, es decir, era un palacete de recreo destinado a pasar el día, pero no a residir en él. Esto explica la ausencia de dormitorios en el interior del edificio. 

 El palacete está construido en materiales de granito y ladrillo y se dispone en cinco cuerpos principales, en los que prevalece la horizontalidad sobre la verticalidad. Junto a la fachada principal se extienden unos jardines neoclásicos de trazado hipodámico, separados del edificio por una vía asfaltada realizada en el siglo XX.

  La construcción se ejecutó en dos fases, una primera entre 1772 y 1776, y una segunda entre 1784 y 1785, si bien los jardines y los trabajos de amueblado y decoración finalizaron en 1788.  

  En el interior, organizado en pequeñas salas, se guardan importantes colecciones de bordados y sedas, así como pinturas de Lucas Jordán, Anton Raphael Mengs y Francisco Bayeu, autor de los frescos de la bóveda del comedor (1788).

  Asimismo, el edificio cobra relevancia al considerarse un ensayo por parte del arquitecto para la construcción del museo del Prado, ya que es la primera vez que utiliza la combinación anteriormente mencionada de granito y ladrillo.

 En los primeros años del siglo XXI se procedió a una rehabilitación. Después de dieciocho años cerrada, se reabrió al público en abril de 2009.







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