miércoles, 5 de enero de 2022

La Plaza de Ramales.

     

En esta plaza encontramos uno de los rincones con más encanto de Madrid. Es recomendable sentarse  un rato en alguna terraza  mientras se contempla la plaza.y se paladea  la tranquilidad que se respira. 

    La plaza de Ramales es paso obligado entre la Plaza Mayor y la de Oriente, sin duda dos de los focos de mayor interes de la villa.    

La plaza surge a principios del siglo XIX, tras el derribo de varias iglesias de las más antiguas de la villa, en un intento por parte del rey José I  de reordenar el trazado urbano de la zona. 

    La iglesia de San Juan Bautista ya figuraba en el Fuero de 1202 como una de las diez ermitas que existían dentro del recinto amurallado. En un lado de la plaza podemos ver una simulación de lo que fue su contorno, con unos elementos de piedra y unas inscripciones que ayudan a imaginar su antigua disposición. Además, una cristalera exhibe los restos del templo para contemplación de los paseantes. 

    La otra iglesia de la plaza es la de Santiago y San Juan. Aunque en realidad no está en la de Ramales sino en la contigua plaza de Santiago. La iglesia de Santiago fue derribada junto con la de San Juan Bautista, pero aquélla volvió a levantarse con su apariencia actual y recibió el nombre de Santiago y San Juan para aunar a las dos parroquias demolidas.

   Originariamente la plaza se llamaba de San Juan por el nombre de la iglesia y mas adelante de Ramales en recuerdo de la batalla librada por el general Espartero en esta localidad cántabra durante la primera guerra carlista.  

 En la plaza se alza un monumento en honor de Diego Velazquez, el monolito  es obra de Fernando Chueca Goitia. El motivo de esta ubicación es que el autor de Las Meninas fue enterrado aquí. Según los archivos, en una de las capillas de la antigua Iglesia de San Juan Bautista. Sobre la columna se situó la Cruz de Santiago, orden a la que perteneció el pintor, y en los cuatro lados podemos ver sendas inscripciones. 

  También en la plaza está la Casa Palacio de Ricardo Angustias. Estamos hablando quizá del edificio que más llama la atención de toda la plaza. Levantado en 1922, recibe el nombre de su propietario, y destaca sobre todo por su elegante torreón, una rareza en el centro de Madrid. Tiene un gran balcón en su planta alta y una decoración pictórica en ésta y en la torre que la hacen distinguirse del resto de edificios de alrededor. 

   Otro inmueble que figura en la plaza es la Casa Palacio de Domingo Trespalacios. Se trata de un edificio con pocos elementos destacados, aunque de buen volumen. Lo más llamativo es que se construyó en 1768. Sobre su fachada una placa recuerda que en la Iglesia de San Juan fue enterrado en 1736 Filippo Juvarra, autor del primer proyecto del Palacio Real.

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