La calle de los Libreros, antes de la Justa y del Pozo (nombre que figura en el plano de Teixeira de 1656), es una calle que une la calle de la Estrella con la Gran Vía, tras cuya construcción, recibió el nombre actual, sugerido por el escritor vasco Pío Baroja, en razón del gremio reunido en esa calle para la venta de libros viejos.
Su nombre más antiguo conocido, es el de calle del Pozo, y el posterior como calle de la Justa provienen al parecer de la existencia un pozo del que salieron dos legendarios basiliscos que mataron con su mirada a una joven llamada Justa. Entre 1893 y 1930, se llamó calle de Ceres.
Desde finales del siglo XIX, se instalaron en su tramo sobreviviente librerías de segunda mano para estudiantes, que llegarían a hacerse muy populares con los nombres de sus libreras, siendo las más conocidas La Marcelina, La Pepita o La Felipa La Felipa.
Que madrileño no ha estado en cola, en busca de unos libros más económicos. Algunos habrá, como en botica, pero los menos.
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