Delante del cuerpo central del Congrso se abre una monumental escalera de piedra de granito, flanqueada por los elementos más característicos e icónicos del edificio: dos monumentales leones, obra de Ponciano Ponzano, fundidos en 1866, según reza una inscripción al pie de las esculturas, con los cañones capturados al enemigo en la Guerra de África de 1860. La cultura popular los ha nombrado Daoíz y Velarde, en honor de los dos capitanes insurrectos muertos durante el levantamiento del dos de mayo.
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