jueves, 24 de abril de 2025

Curiosidades de Madrid. Real Cortijo de San Isidro

 

    Carlos III por motivos de seguridad se traslada a vivir a Aranjuez, que le recordaba a su ciudad napolitana de Caserta. 
     Deseoso de fomentar en el Reino la agricultura moderna, adquirió una finca llamada «Finca del Rey» para desarrollar su proyecto experimental agroindustrial y ganadero, con ideas científicas y sociales que activarían el progreso desde la perspectiva Ilustrada, creando para este fin, en el año 1762, “el Cortijo Real o del Rey”, semejante a San Leucio, poblado muy próximo a Caserta, también una experiencia agrícola y que servía como abastecimiento de buenos productos a Palacio.   

  En el bello paisaje natural del Real Bosque empezaron roturando terrenos vírgenes, formando calles arboladas para acceder a las nuevas huertas, praderas artificiales para pasto etc...

  Para su explotación traen de Nápoles: vacas, búfalas, ovejas, caballos, bueyes… y para regar las tierras recién roturadas construyen tres caces y transforman el histórico Caz de la Azuda. 

  Según el historiador Francisco Nard plantaron 25.000 olivos, árboles variados y 128.000 cepas de diferentes clases: Xerez, Málaga, Nápoles… colocando “Pilaritos” de piedra caliza de Colmenar, con los nombres de la procedencia.

   El 24 de diciembre de 1768, Joseph Ripamonti natural de Spino (Italia) lo denominó Real Cortijo de San Isidro, quedando cercado, parte con tapia y parte con verja, para proteger los cultivos de los animales salvajes existentes en el Real Bosque.   

  En 1770, el Rey Carlos III manda al Conde de Floridablanca y al Marques de Grimaldi, construir una “Casa para el director del Cortijo, residencia Real, caballerizas, oratorio, cuadras, apriscos…”.

  El arquitecto y director de obras del Real Sitio de Aranjuez, Jaime Marquet, proyectó un Paisaje urbano, aproximadamente en el centro de la Real finca, consistente en una Casa Grande o Real Casa, viviendas para los empleados, pajares, apriscos, varios pozos de agua, dos naves industriales paralelas, para albergar la Almazara y Lagar y proyectó un paisaje subterráneo compuesto por una Bodega, bajo el Real Caserío, con un perímetro cerrado de mampostería, por seguridad; debido a la muerte de Marquet, el proyecto fue terminado por Manuel Serrano. 

    Cuando en 1777 el Rey añadió las tierras del “Cortijo Viejo” que habían sido propiedad de los Srs. Canosa, Boygas y Serrano, se estableció una labor de 534 fanegas de tierra.

   En 1795 Carlos IV cede la propiedad a Godoy (Príncipe de la Paz) a cambio de las Huertas de la Moncloa, en el camino de Madrid a El Pardo.

   Dos años después, el 28 de febrero de 1798, la Corona recupera el cortijo, dando a cambio a Godoy el Real Lago de Valencia, denominado «La Albufera» 

  En 1815  dado el alto coste de mantenimiento, Fernando VII arrienda a D. Pedro Somoza el Cortijo por 12 años, por 120.000 reales anuales.   

  Bajo el reinado de Isabel II y tras más de cien años de ser propiedad real, la Corona vende al General Prim (Marqués de Castillejos).

   Durante la Guerra Civil provocada por el golpe de estado militar, la Junta Militar Republicana la convierte en un centro de operaciones, construyendo un búnker dentro de la cueva.

   En 1944 La finca y la bodega las adquiere el Instituto Nacional de Colonización. La vaquería se convierte en almacén de alfalfa, y posteriormente, en sala de cine.      

  En 1975 el IRYDA traspasa la propiedad de la bodega a la E.L.M. del Real Cortijo de san Isidro. Este la arrienda para criadero de champiñón, encalando la cueva y destruyendo tinajas y parte de suelos y paramentos.

  En 1987 se anula el arrendamiento anterior y la Comunidad de Madrid reconstruye la techumbre del lagar.  

  En la actualidad el Cortijo depende de Aranjuez en algún sentido y  la bodega la explota una empresa privada. 


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