Ubicado en el municipio de Santorcaz en la llamada Alcarria madrileña. El castillo de Torremocha  se sitúa en la parte alta del pueblo, asomándose al barranco que desemboca en la vega del arroyo Anchuelo. Su posición retirada no responde a una posición estratégica ni militar sino posiblemente de apoyo a la fortaleza de Alcalá de Henares, Alcalá la Vieja, en la vigilancia de los campos de cultivo situados entre ambos emplazamientos.     
  Es el único vestigio que se conserva del conjunto de defensas que antiguamente rodearon la población de Santorcaz, edificado entre la segunda mitad del siglo XIII y el último tercio del siglo XIV y que se levantaron sobre otra fortaleza previa, de la cual no se tiene ninguna referencia documental. La muralla supera los 10 metros de altura en los tramos mejor conservados y estaba defendida por una serie de torres de diferente tipología. 
   El recinto amurallado cierra un área de unos 8.000 m2 en cuyo interior se encuentra la iglesia parroquial de San Torcuato. Según aparece en diferentes fuentes, el recinto tuvo dos accesos de los cuales se conserva solamente uno adosado al cuerpo bajo de la torre campanario de la iglesia de San Torcuato. Durante el siglo XVI, el castillo fue empleado como «cárcel de nobles». Entre otros personajes ilustres, por él pasó la Princesa de Éboli, acusada de conspirar contra Felipe II.
 




 
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