Continuamos el camino desde Ripoll, subiendo y bajando montañas, disfrutando del paisaje pirenaico. Llegamos a La Seu d´Urgell, donde se une románico con olimpismo, sosiego con riesgo, iglesia con contrabando, paz con sobresalto; donde se para el tiempo y tienes la sensación de flotar, donde te sientes acunado por el rumor de las aguas y de donde no quisieras partir nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario