jueves, 14 de julio de 2016

200 aniversario del Teatro Real de Madrid

Teatro Real 200 años

La historia del Teatro Real contiene pasajes dignos del libreto de alguna de las grandes obras que han sido representadas en su escenario. Una historia de casi dos siglos que arranca en 1817, año en el que Fernando VII ordenó la remodelación de la Plaza de Oriente y el diseño de un teatro de la ópera en el mismo solar en el que hasta hacía apenas un año se había ubicado el popular Teatro de los Caños del Peral. El monarca impulsaba así la construcción de un coliseo lírico que pudiera equipararse con los mejores de Europa. El 23 de abril de 1818 tuvo lugar la colocación de la primera piedra del teatro, pero problemas de carácter técnico y económico provocaron sucesivas y largas suspensiones a lo largo de los años 20 y 30 del siglo XIX. El proyecto toma cuerpo en 1850 tras 32 años de obras y 42 millones de reales de vellón invertidos, fecha de la inauguración del Teatro Real.
El coliseo madrileño se convirtió pronto en una referencia para los amantes de la lírica en Europa. Durante sus primeros 75 años de vida, algunas de las más destacadas voces de cada momento pisaron su escenario: los tenores Julián Gayarre, Giovanni Mario, Enrico Tamberlick, Miguel Fleta, la soprano Rosina Penco y la “diva” por excelencia de la época, Adelina Patti. En 1863, Giuseppe Verdi asistió al exitoso estreno en el coliseo madrileño de su ópera La Forza del destino.




Tras la revolución de 1868 y la instauración de la I República, el coliseo pasó a llamarse Teatro Nacional de la Ópera. Durante estos años, y pese a las continuas obras, las condiciones generales de conservación del edificio dejaban mucho que desear. Un hundimiento parcial del suelo provocó el cierre provisional del teatro en 1925, ya con la temporada empezada.
La Guerra Civil y la dura posguerra dificultaron unas obras que debían despejar el peligro de ruina inminente. De nuevo, pues, un largo periodo en el que se suceden proyectos de reforma y años de impas, hasta que en 1965 se planteó su reconversión en sala sinfónica, y como tal fue reinaugurado en octubre de 1966, tras cuarenta años de silencio.
Desde esa fecha hasta 1988, con la apertura del Auditorio Nacional, el Teatro Real fue la única sala de conciertos de Madrid, en la que desarrollaron sus temporadas tanto la Orquesta Nacional como la recién creada Orquesta Sinfónica de RTVE.
En 1984, el Ministerio de Cultura plantea su intención de recuperar el teatro como sala operística y se inicia una segunda rehabilitación. Tras el largo proceso de obras, el 11 de octubre de 1997, el Teatro Real reabrió sus puertas como teatro de la ópera con un programa doble compuesto por la obra La vida breve y el ballet El sombrero de tres picos, ambas de Manuel de Falla. La gala inaugural fue presidida por los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, retransmitida por TVE y vivida como una noche donde resonó el eco de una tradición que se rescataba del silencio y del olvido.
Una semana más tarde, el Teatro Real vivió su primer estreno absoluto con la representación de Divinas palabras, de Antón García Abril. Se iniciaba así la presentación de una serie de encargos realizados a compositores españoles, que incluirían seguidamente Don Quijote, de Cristóbal Halffter, y La señorita Cristina, de Luis de Pablo. Los otros estrenos absolutos tras la reapertura como teatro de la ópera hasta la fecha incluyen las siguientes obras: Dulcinea, de Mauricio Sotelo; El viaje a Simorgh, de José Mª Sánchez Verdú; Faust-Bal, de Leonardo Balada; La página en blanco, de Pilar Jurado; Poppea e Nerone, de Monteverdi-Boesmans; The Perfect American, de Philip Glass; Brokeback Mountain, de Charles Wuorinen, y El Público, de Mauricio Sotelo.
En estos casi 20 años, el Teatro Real se ha consolidado como una institución escénica de referencia en Europa. En estas casi dos décadas, se ha buscado un equilibrio entre obras de repertorio clásico y creaciones contemporáneas, y se han acogido producciones de los principales teatros del mundo, así como primeras figuras internacionales del canto, la dirección musical y escénica y la danza.

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