sábado, 22 de julio de 2017

Pensamientos de Nietzsche


Cuantos hombres se precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar.


El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería.


Es preferible morir a odiar y temer: es preferible morir dos veces a hacerse odiar y temer.

  
Hay espíritus que enturbian sus aguas para hacerlas parecer profundas.


Hay que volver a la muchedumbre, su contacto endurece y pule, la soledad ablanda y pudre.


Hay siempre algo de locura en el amor; pero siempre hay algo de razón en la locura.

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La crueldad es uno de los placeres más antiguos de la humanidad.


La buena memoria es a veces un obstáculo al buen pensamiento.

   
La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con que jugaba cuando era niño.

    
La manera más desagradable de replicar en una polémica es la de enojarse y la de callar, pues el agresor interpreta ordinariamente el silencio como un desprecio.


La ventaja de tener mala memoria es que se goza muchas veces de las mismas cosas.


Las personas que brindan su plena confianza creen por ello tener derecho a la nuestra. Es un error de razonamiento: los dones no dan derecho.


Lo que más me molestó no es que me hayas mentido sino que, de aquí en adelante, no podré creer en tí.

   

Nadie puede construirse el puente sobre el cual hayas de pasar el.



Friedrich Nietzsche
Resultado de imagen de imagen de friedrich nietzsche(1844-1900). Filósofo, poeta y filólogo alemán, cuyo pensamiento es considerado como uno de los más radicales, ricos y sugerentes del siglo XX.
Nació el 15 de octubre de 1844 en Röcken, Prusia. Murió en Weimar el 25 de agosto de 1900.
Además de la influencia de la cultura helénica, en particular de las filosofías de Sócrates, Platón y Aristóteles, Nietzsche estuvo influenciado por el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, por la teoría de la evolución y por su amistad con el compositor alemán Richard Wagner.
Uno de los argumentos fundamentales de Nietzsche era que los valores tradicionales (representados en esencia por el cristianismo) habían perdido su poder en las vidas de las personas, lo que llamaba nihilismo pasivo. Lo expresó en su tajante proclamación “Dios ha muerto”. Estaba convencido que los valores tradicionales representaban una “moralidad esclava”, una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo porque los valores implícitos en tales conductas servían a sus intereses. Nietzsche afirmó el imperativo ético de crear valores nuevos que debían reemplazar los tradicionales, y su discusión sobre esta posibilidad evolucionó hasta configurar su retrato del hombre por venir, el ‘superhombre’ (übermensch).


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