Tras sucesivas reformas, en 1916, el XVII duque de Alba encargó al jardinero Forestier la reforma de la parte posterior para que recuperara el estilo primitivo, de acuerdo con el edificio dieciochesco. Es el jardín, al estilo francés, que podemos ver en la actualidad desde los balcones que miran al norte.
En el centro se ubica una sencilla fuente quizá diseñada por el propio Ventura Rodríguez, a finales del siglo XVIII.
La fuente tiene un vaso ovalado de grandes dimensiones. En el centro se sitúa una concha-barco en la que se encuentra un angelote que sujeta la boca de un delfín, que lanza al aire un chorro de agua. Flanqueando el motivo central, dos surtidores lanzan un chorro de agua a los cielos.
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