domingo, 17 de diciembre de 2017

Mujeres olvidadas. Gabriella Morreale de Castro

Resultado de imagen  Nació en Milan en 1930 y ha fallecido el pasado 4 de diciembre en Madrid​. La noticia de su muerte paso de puntillas por las redacciones de periódicos y televisiones, a pesar de ser la precursora de la endocrinología moderna en España junto con el médico y cirujano Francisco Escobar del Rey con el que estuvo casada.
   Española de adopción ha sido tratada como casi todas las mujeres mas valiosas de este país, con una dosis de olvido e indiferencia. 
  Morreale estudió Ciencias Químicas, licenciatura que completó en 1951 en la Universidad de Granada. En 1955, realizó la tesis doctoral con el catedrático Enrique Gutiérrez Ríos,​ que completó con una estancia posterior en la Universidad de Leiden con Andreas Querido.
  En 1958, volvió a España, al Centro de Investigaciones Biológicas, donde fue Jefe de la Sección de Estudios Tiroideos del Instituto Gregorio Marañón, entre 1963 y 1975. Fue directora del Instituto de Endocrinología y Metabolismo Gregorio Marañón entre 1975 y 1980. Después se trasladó al campus de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid y su laboratorio fue el germen del actual Instituto de Investigaciones Biomédicas, del que fue vicedirectora de 1984 a 1990. También formó parte y presidió la Sociedad Española de Endocrinología, de 1975 a 1979 y fue miembro fundador de la European Thyroid Association, que presidió en 1977.
La olvidada científica que evitó que miles de niños sufrieran retraso mental  Además de acumular más de 200 trabajos científicos publicados, algunos de ellos muy importantes, su investigación sobre la tiroides permitió la práctica erradicación del bocio por déficit de yodo en España, al incorporarse comercialmente la sal yodada, y contribuyó de manera decisiva en la decisión de aportar suplementos de yodo a las madres embarazadas para asegurar el correcto desarrollo cerebral del feto.
   Morreale dedicó su vida al estudio del papel del yodo y las hormonas tiroideas en el desarrollo del cerebro fetal e infantil. En los años 70 inició la medida rutinaria de TSH y hormonas tiroideas en sangre del talón de recién nacidos para prevenir la deficiencia mental por hipotiroidismo congénito no tratado.
Gabriela Morreale -   Simultáneamente, demostró la importancia de las hormonas tiroideas maternas y del acceso al yodo de la madre en el desarrollo del cerebro del feto, contribuyendo a definir los requerimientos nutricionales de yodo de las embarazadas. Junto con su marido, Francisco Escobar del Rey, dirigió numerosos estudios epidemiológicos en todas las regiones de España que han permitido conocer a fondo el problema de la deficiencia de yodo y sus consecuencias psicosociales, y su corrección mediante la introducción de la sal yodada en la década de los 80 del siglo pasado. Según Juan Bernal y Mª Jesús Obregón del Instituto de Investigaciones Biomédicas “Alberto Sols” de Madrid, "Su trabajo ha tenido un gran impacto en acciones de salud pública que han evitado miles de casos de retraso mental".​
  En 1976 tanto Gabriela como su marido iniciaron un programa a nivel nacional de prevención de la subnormalidad por hipotiroidismo congénito basado en la prueba del talón, lo que permitió el diagnóstico precoz y el tratamiento con hormona tiroidea de niños que, de no haber sido tratados, hubieran desarrollado inevitablemente deficiencia mental profunda. Pocos años después Unicef adoptó la prueba y comenzó a aplicarla en todo el mundo, y desde 1990 la OMS recoge en su tabla de derechos el consumo de yodo durante el embarazo y la primera infancia.
Imagen de archivo. Profesional sanitario realizando la prueba del talón a un bebé en el Hospital Donostia, San Sebastián./LOBO ALTUNA
  Su trabajo, por tanto, ha tenido un gran impacto en acciones de salud pública que han evitado miles de casos de cretinismo y deficiencia mental grave. Según cálculos de sus colegas, esta prueba previene el retraso mental grave de aproximadamente 150 niños al año.
  Además de estudios básicos sobre el metabolismo de las hormonas tiroideas, la Dra. Morreale demostró el papel fundamental que ejerce la hormona tiroidea materna en el desarrollo del cerebro fetal. Estas investigaciones y su empeño personal en la interacción con las autoridades sanitarias han conseguido el acceso a la sal yodada a la población española y la suplementación sistemática con yodo en las embarazadas.

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