Típica taberna madrileña fundada en 1913 por unos oriundos de San Mames, pueblo de la sierra madrileña y de ahí su nombre.En 1952, compran el establecimiento Manuel y Teresa, los abuelos del actual propietario y jefe de cocina, quien hace ya la 3ª generación familiar. El nombre del establecimiento se conservó por ser Manuel seguidor del Athletic de Bilbao.
Desde su inauguración ha conservado el ambiente madrileño más auténtico tanto en sus especialidades gastronómicas como en su decoración con azulejos de época y fotografías de algún que otro personaje popular que ya es cliente habitual.
De la cocina, en manos de Teresa, salen los platos típicos de las tabernas de la época como son los pepitos de ternera, el bacalao rebozado, los pinchos de escabeches…y cómo no, los callos, que ya eran conocidos entre la gente del barrio.
A los pocos años, un joven Santiago transmite sus inquietudes a los fogones, trabajando con género de la máxima calidad. De esta forma, cobran importancia las cocochas de merluza, el bacalao "ajo-arriero", el entrecot de buey de León, el foie a la plancha... Es así como se aporta un toque de sofisticación al establecimiento de aquellos tiempos, lo cual, de alguna manera, hace que su clientela cambie y también crezca.
Actualmente, el hijo de Santiago, Jorge, es quien se encarga de llevar las riendas de la cocina y del restaurante.
Afirma con rotundidad que sus callos a la madrileña son los mejores de Madrid, y por la extensa clientela que tiene, debe ser cierto. La Taberna San Mamés es un pequeño rincón acogedor y de atención muy cercana. Prueba, además de los callos, el bacalao ajoarriero con langostinos, otra especialidad de la casa; aunque el entrecot de buey del valle de Laciana también vale la pena.
Su céntrica ubicación lo hace muy accesible, y el servicio te gustará tanto que repetirás la visita. Tiene nombre de santo y de estadio vasco, pero la Taberna San Mamés es el lugar ideal si quieres probar la cocina de la región.
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