viernes, 6 de abril de 2018

Nacen en Madrid, nuevos chulos y chulas.

 El pueblo de Madrid es el resultado de una mezcolanza de pueblos, culturas, religiones y, sobre todo, de personas. Gracias a Dios o al destino,  Madrid es de todos y no es de nadie. Aquí no hay nacionalismos estúpidos y paletos. 
  La sociedad madrileña es dinámica, cambiante, innovadora, acogedora, transgresora, abierta y sabe sacar punta al lapicero más romo que nos podamos encontrar. Es posible que se deba a esa cierta chulería que se nos achaca y a esa forma tan especial de encarar la vida.
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  Cualquiera que pase unos meses en Madrid se convierte en chulapo o chulapa de postín y nadie la va pedir el certificado de pureza de sangre, ni le va a mirar el RH.  
   Es curioso todo lo que rodea al mundo de chulas y chulos de Madrid. 
   Mirad, aquí de siempre han existido unos chulos tipo que designaban a ciertos personajes reales de la sociedad madrileña. 
Resultado de imagen  De todos son conocidos los manolos, chisperos,  majos, chulos de billares,  de playa, de toriles, de barquillos, de organillo y hasta  chulos de puta. Parecía que todo estaba recogido dentro del mundo castizo, pero no.  En las últimas semanas han mutado unos genes castizos dando lugar a la aparición de unos nuevos chulos en el panorama madrileño, son la chula o el chulo de máster y la chula jodefotos. 
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  Habrá que dar tiempo al tiempo y estar atentos a ver si  estos chulos se reproducen y se convierten en endémicos o, por el contrario, se disipan y extinguen como una mala borrrasca. 
    Esperemos, por nuestro bien, que ocurra lo último.
  

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