Esta fuente está ubicada dentro de los jardines de la Moncloa. Las últimas veces que se pudo ver libremente fue por los años 30 del siglo pasado, cuando el acceso a los jardines era libre.
El jardín fue diseñado por el restaurador, pintor y jardinero Xavier de Winthuysen.
Se pensaba que, al igual que el palacete y los jardines, había sido destruida por los bombardeos, pero la fuente sobrevivió, según nos cuenta Ian Gibson en la biografía de Antonio Machado, Ligero de equipaje del año 2006.
El hispanista, pidió verla y la identificó en perfectas condiciones. "Era la misma que aparecía en la fotografía del lugar que reproduje en mi biografía y data de 1930", recuerda ahora Gibson.
La fuente tiene un vaso circular de piedra de granito, en cuyo centro se levanta una columna exagonal rematada por una base circular. Sobre esta se eleva un pequeño jarrón que alberga el surtidor de agua.
La fuente es visible desde el despacho presidencial. En ese entorno recóndito Guiomar y Machado se citaban habitualmente durante los fines de semana. Él se desplazaba a Madrid desde Segovia, donde vivía a finales de los años veinte. Ella estaba casada con Rafael Martínez Romarete, ingeniero, pero no era feliz. De su matrimonio habían nacido tres hijos. El lugar distaba un kilómetro y medio desde su casa en el Paseo de Rosales.
Ella nunca accedió a separarse para entablar una relación más estable con el poeta. Sus encuentros duraron ocho años, antes de que Valderrama los cortara hacia 1935. Se veían allí cuando el lugar aún permanecía abierto al público. Lo alternaban con el Café Franco Español en la avenida de Reina Victoria.
La fuente inspiró a la poetisa Guiomar versos como estos:
"El mismo banco de piedra
donde los dos una tarde...
Se enrosca al alma la hiedra
del recuerdo... ¡El pecho arde!
Pero estoy sola -es invierno-
sentada en la piedra fría.
Siento un escalofrío interno.
No está su mano en la mía.
Dime, Fuente del Amor,
¿dónde el que mi pecho llora se oculta?
Del surtidor el agua, saltando, llora...
Mis labios están helados.
Mis ojos miran sin ver,
¡tan cansados!, este frío atardecer
en el Jardín de la Fuente.
¡Cómo suena su canción
-canción del amado ausente-
dentro de mi corazón!".
Machado le pidió que los incluyera en su libro Esencias, y ella lo hizo. Según él, no levantaban sospecha. Y así fue, porque la identidad de Valderrama no se descubrió plenamente hasta 1981, cuando dos años después de morir apareció de manera póstuma Sí, soy Guiomar, sus memorias.
Lástima que un lugar tan hermoso y de ecos tan poéticos y literarios se haya descubierto a los ciudadanos por la petición de un señor de dudoso patriotismo
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